Monasterio de Santa Maria Real de Valdeiglesias

Construido en el siglo XII por encargo de la Orden monástica del Císter, el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias se encuentra en Pelayos de la Presa, municipio español a 60 km de Madrid, inmerso en una pineda en el valle del rio Alberche.

Durante la Edad Media este lugar fue escogido como retiro espiritual para muchos religiosos de la época. Hasta tal punto, que en el 1150 fue declarado Privilegio Real por Alfonso VII, que dio lugar a la congregación de Santa Cruz y posteriormente a la construcción del monasterio. De ahí el nombre de la región de Valdeiglesias, literalmente “Valle de las Iglesias“.

El monasterio fue abandonado en el 1835 a raíz de la Desamortización de Mendizabal, ley que preveía el requiso de todos los bienes de la iglesia para destinarlos a subastas públicas: en ese punto empieza su decadencia por mas de 150 años, hasta que fue recuperado y revalorizado por Mariano García Benito en el 1974, a través de la Fundación Monasterio Santa María la Real de Valdeiglesias. Dando una nueva vida al monasterio y convirtiéndolo Bien de Interés Cultural a nivel nacional.

Recientemente el monumento necesitaba trabajos de consolidación de los muros y arcos por lo que se opto por una intervención mediante inyección de mortero. En el 2013 se inició la restauración y se empezó a plantear cual era el mortero mas idóneo para resolver el problema. Entre las varias propuestas se escogió la lechada de inyección Limepor 100 de Kimia, que ha superado todas las pruebas de análisis tanto químicos como mecánicos.

Esta mezcla de cal hidráulica natural NHL y puzolana ha sido expresamente formulada para la consolidación de muros mediante inyección: fabricada mediante las técnicas tradicionales de uso de aglutinantes históricos, lo cual da garantía de una plena compatibilidad del material con las estructuras antiguas, permitiendo una restauración y consolidación respetando la identidad del patrimonio arquitectónico y su conservación. 

Limepor 100 también se caracteriza por un contenido prácticamente nulo de sales solubles en agua para impedir cualquier generación de eflorescencias y un alto poder de penetración, capaz de llegar también en las cavidades mas pequeñas.

Como paso previo a la obra de consolidación del monasterio, fue retirado el enlucido existente que estaba dañado con técnicas manuales, evitando así cualquier medio mecánico mas agresivo. Una vez el soporte limpio y listo para la intervención, se procedió a realizar las perforaciones según el esquema del proyecto y posteriormente, la fijación y sellado de los tubos por donde se realizaría la inyección del material. Finalmente, se realizó la inyección en el interior de los muros.

Para completar la restauración fue aplicado el mortero de acabado Limepor MT, también a base de cal hidráulica natural como en todos los productos de la gama Limepor.